Pues qué queréis que os diga, a mí, pensar en el mesón de las Cuevas de Luis Candelas, donde tantas veces he estado de joven, y al que he llevado a tantos visitantes primerizos por Madrid, registrado por la guardia civil intentando requisar trabucos y pidiendo licencias de armas, me ha alegrado el día, y ha conseguido sacarme una sonrisa.
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| Las Cuevas de Luis Candelas con trabucos de 1837 sin licencia de armas |
Los discos de los ordenadores del PP, destrozados; el Sr. Camps no aparece para declarar porque creía que no tenía que hacerlo; los jueces pidiendo papeles a Hacienda, y ellos que no tienen tiempo para mandarlos; los bares multados por que alguien encienda un cigarrillo en ellos, y preparando una ley para que los casinos hagan lo que quieran; los sueldos por los suelos; la gente desesperada....
Pues casi que ahora entiendo cuál es la estrategia del gobierno y la guardia civil. Ellos van hacia atrás en el tiempo y han pensado que nosotros nos reunimos en las Cuevas de Luis Candelas para reorganizar las bandas de bandoleros, no les da para más.
País de chufla no, de pena diría yo.
Escrito por mi amiga Marta
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