jueves, 11 de abril de 2013

Una historia inacabada



Erase una vez un país muy cercano en el que se empezó a echar de sus casas a miles de familias, víctimas inocentes de una crisis económica agravada por la malísima gestión de las clases que ostentaban el poder.

Surgió un movimiento, la PAH (Plataforma Afectados por la Hipoteca) que quisieron alzar su voz por tantas y tantas familias, por tantos y tantos niños que se quedaban en la calle sin nada.

Adoptaron el "escrache" como forma de hacerse oír, ya que en este país no existía ninguna manera de comunicación con los poderosos amos.

Fue entonces cuando los poderosos que ostentaban el poder, se sintieron molestos por esta actitud del pueblo, y usando como excusa a sus propios hijos fue como rápidamente pusieron solución a su problema. 

La Policía prohibió los escraches cerca de los domicilios de los poderosos

Es más, como norma general, quedó prohibida la celebración de escraches a menos de 300 metros de los domicilios de éstos. 

No sabemos lo que ocurrió con los vecinos que vivían a 300 metros de estos domicilios, lo que sí sabemos es que a los poderosos les salió un aliado del bando enemigo, que también estaba en contra de los escraches.

Y colorín, colorado, ... 

Mamá, mamá, ¿quién era el malo? 

No se sabe, sólo se ha conservado esta única imagen, en la que ni tan siquiera da la cara.

... este cuento ... no ha acabado.

Sigue goteando
Mañana más

2 comentarios:

  1. Desgraciadamente este cuento se va a ir complicando más de lo que nos pensamos, ¿terminará? Todo tiene un principio y un final pero el final de momento se desconoce.
    Saludos.

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  2. Si la solución es la violencia pregonada desde los políticos, pues nada, nos daremos de zurras. Gentuza

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